domingo, 9 de agosto de 2015

SENSACIÓN por RIMBAUD versiones PALAU i FABRE alquimista PANERO hacia PANTEISMO

Un poema puede ser la búsqueda del átomo del entusiasmo natural en la SENSACIÓN de fundirnos con la naturaleza y así lo muestra el famoso poema de Jean-Arthur Rimbaud de dicho título con cuyas variaciones de traducción libre se disfrutan hasta el infinito... y más allá.



Comencemos por una traducción apegada a la literalidad pero expresiva de su contenido de fondo:


En el atardecer del verano, caminaré por los senderos,
picoteado por el trigo, pisando la hierba menuda:
soñador, notaré su frescura en los pies.
Dejare que el viento bañe mi cabeza desnuda.
Y no hablare, ni pensare en nada:
pero el amor infinito invadirá mi alma,
y partiré lejos, muy lejos, como un bohemio,
por la Naturaleza, - feliz, como en compañía de una mujer.


 Les Manuscrites, Editions Textuel 2012

Este es el manuscrito original de una de las versiones que el propio Rimbaud suscribió en una carta de 1870 y así es su exposición en francés:


Par les soirs bleus d'été, j'irai dans les sentiers,
Picoté par les blés, fouler l'herbe menue :
Rêveur, j'en sentirai la fraîcheur à mes pieds.
Je laisserai le vent baigner ma tête nue.
Je ne parlerai pas, je ne penserai rien :
Mais l'amour infini me montera dans l'âme,
Et j'irai loin, bien loin, comme un bohémien,
Par la Nature, - heureux comme avec une femme.

                  

El escritor Josep Palau i Fabre compuso entre 1936 y 1950 una singular producción poética que culminó con su obra (de impresión clandestina en un principio) POEMAS DEL ALQUIMISTA (Ed. bilingüe, traducida por el propio autor, Galaxia Gutemberg-Circulo de Lectores, 2002) y dentro su capítulo FRAGMENTOS DEL LABERINTO compone, bajo el título LA AVENTURA, unas deliciosas versiones de dicho poema (de "profunda impresión" para Juan Goytisolo, según su prefacio) y así comienza con su primera en catalán:


Pel vespres blaus d'estiu aniré pels conreus,
picotejat pels blats, sollant l'herba menuda.
Sommiós, sentiré la frescor sota els peus,
deixaré el lliure vent banyiar ma testa nua.

No pensaré en res, no parlaré per res,
mes l'amor infinit m'inundará l'entranya.
I aniré lluny, ben lluny, de mi mateix després,
feliç, per la Natura -com amb una companya.




Su propia traducción de tal versión dice así:

En las tardes azules iré por los sembrados,
picado por los trigos, hollando hierba parca,
Soñador, sentiré su frescor en mis plantas,
dejaré al libre viento bañar mi cabellera.

No pensaré en nada y andaré enmudecido,
pero un amor sin fin inundará mi alma.
E iré lejos, muy lejos, de mí mismo perdido,
feliz, por la Natura -mi compañera extraña.


Hay  en esta AVENTURA hasta cinco variantes en catalán y castellano que se deleitan en aspectos particulares de la ensoñación de este caminar libre por los campos que no voy a reproducir por entero, pero sí en dos sugerentes versiones traducidas al castellano:

En tardes verdiazules iré al gualda del aire
con las piernas heridas por espadas de trigo.
Percibirés a mis pies, de la tierra el latido
que olfatean las bestias con instinto minero.

Mudo y cabello al viento, irremisiblemente,
me daré con furor el deseo del aire,
me dejaré mecer como leve simiente
que fecunda una flor, altiva, solitaria.




Sin azules, ni verdes, en mí mismo perdido,
conquistaré la altura labrada por el sol.
Sin frío ni viento, madura en su aliento,
todavía la tierra zanquea Minotauro.

Si ni fuente ni flor no hallan palabra,
la piedra dirá, al igual que mi frente.
En el latir del viento se va la vieja fábula.
Frente y pedrusco matan. -Sigue el deseo, ardiente.

Así terminan estas variaciones que se fechan en París, a 15  de mayo de 1947.

Y no muy lejos de tales años Leopoldo Panero (padre del también recientemente fallecido Leopoldo María Panero) elabora también esta inconfesada versión en soneto dentro de su poemario ESCRITO A CADA INSTANTE (Ed. La Veleta, Granada, 2007):


HACIA LA PRIMAVERA

Bañado por el cielo y por el trigo,
ligero en la ebriedad que me ilumina,
el pié, llevado por la luz, camina;
y girando la esfera va conmigo.

Como dentro del agua siento amigo
el cuerpo en el espacio que adivina
la piel porosamente matutina
suelto el corazón como un mendigo.

Voy nadando, flotando en la cadencia
del pie que avanza, en libertad errante,
por el campo profundo, y levemente,

mientras todo el planeta se silencia
hacia la primavera, en lo distante,
con los ojos cerrados, Dios se siente.

Se entronca así con un panteísmo que deja esta SENSACIÓN en un forma de atomismo natural del entusiasmo poético.

                           

Y me permito, para colmo de vanidades veraniegas, parafrasear a los anteriores con una versión personal:


Me dejaré guiar por la tarde verde-azul del verano
arañado por trigales y acariciado por la hierba menuda.
Soñador, palpitaré del frescor que voy pisando
y como riada ventosa mojaré mi cabello en libertad.

Sin hablar, sin pensar, sumido en un hondo vacío,
pero henchido de un amor infinito embargando mi alma,
me alejaré, muy distante, perdido hasta de mí mismo,
y seré feliz en pos de la Naturaleza, deseante compañera.